Los problemas intestinales son cada vez más comunes. Gran parte de la población sufre problemas en el intestino sin conocer realmente que este es un mundo en el que existe una amplia gama de dolencias.
Normalmente lo achacamos a gases y no nos preocupamos por visitar a nuestro médico para que nos haga un diagnóstico más acertado y concreto.
Hoy os vamos a hablar del síndrome del intestino permeable. Un problema que puede que tengas y no te hayas dado cuenta.
Pero comencemos por el principio…
¿Qué es el Síndrome del Intestino Permeable?
Esto sucede cuando las paredes intestinales, debido a una inflamación severa, acentúa las aperturas entre las células epiteliales permitiendo que toxinas, partículas de comida sin digerir e incluso microbios, pasen al torrente sanguíneo y circulen por todo nuestro organismo.
¿Cuáles son sus causas?
La principal causa de esta dolencia tiene que ver con el consumo de gluten. Cuando tu cuerpo no puede asimilarlo bien, produce inflamaciones que dan lugar a problemas como este.
El estrés puede ser también causante de esta enfermedad. Un estrés crónico puede dar lugar a un sistema inmune deficiente que desemboque en inflamación del intestino.
El consumo de medicamentos como antibióticos o antiácidos, pero también el estar expuesta/o a toxinas medioambientales.
¿Qué síntomas presenta?
- Gases, estreñimiento, diarrea, colon irritable…
- Diagnóstico de celiaquía, lupus, enfermedad de Crohn…
- Problemas de piel como la urticaria.
- Depresión o ansiedad.
- Fatiga crónica.
- Intolerancias alimentarias.
¿Cómo podemos tratar este síndrome?
Lo primero que debemos destacar es que para sobrellevar esta dolencia es necesario estar dispuesta/o a renunciar a diversos alimentos.
Debemos evitar la comida basura y adaptarnos a una dieta saludable para comenzar a desinflamar el intestino.
Debemos eliminar de nuestra dieta todo lo inflamatorio, como pueden ser el azúcar, los alimentos procesados, los lácteos pasteurizados o las legumbres.
Es primordial consumir probióticos que ayuden a sanar al intestino, como el chucrut o yogures y bebidas fermentadas.
Por último, si añades nuevos alimentos a tu dieta y comienzas a presentar síntomas, prueba a eliminarlos durante unos días para comprobar si pueden estar afectando a tu intestino.
Recuerda que la salud intestinal es muy importante. En la mayoría de las ocasiones será mejor hacer pequeños sacrificios, eliminando alimentos dañinos que evitarán un mal mayor.