El otoño es una época del año que conlleva importantes cambios climáticos que pueden llegar a provocar algunas enfermedades debido a las bajadas de las temperaturas, la humedad o el viento.
Una de las más comunes en esta época del año son los resfriados, debido, entre otros aspectos, a la mayor resistencia de los virus en el aire frío y también por culpa de la poca ventilación en espacios que no están abiertos.
Por este motivo, nada más comenzar el otoño se ponen marcha las campañas de vacunación que se dirigen fundamentalmente a los grupos de riesgo, entre los que se encuentran las personas mayores o el personal sanitario.
Otra de las enfermedades más comunes en esta época del año son las alergias y el asma.
Estamos hablando, por ejemplo, de la rinitis alérgica que afecta a las membranas de la mucosa de la nariz y que puede ir acompañada de síntomas asmáticos.
Las alergias alimentarias también son bastante comunes en otoño ya que la alimentación fuera de casa, sobre todo en los más pequeños al empezar el colegio, provoca la exposición ante alérgenos alimentarios.
La ventilación y evitar poner la calefacción durante mucho tiempo son algunas de las recomendaciones de los expertos para luchar contra este tipo de alergias.
Los antihistamínicos son algunos de los fármacos más utilizados en otoño debido a este tipo de enfermedades.
La dermatitis es otra de las enfermedades que se acentúa en esta época del año debido a la proliferación de los ácaros en ambientes húmedos o calientes sin una buena ventilación.
En definitiva, un mes con una baile de temperaturas que nos provocan éstas y otras enfermedades.